Solemos pensar que la sandía gana al melón en cuanto a sus propiedades nutricionales por distintos motivos: su color más llamativo y atractivo, su gran tamaño… Gracias al análisis nutricional de los alimentos que ha elaborado la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y el Consorcio BEDCA, observamos lo siguiente acerca de estas dos frutas:
Descubrimos que la riqueza de ambas frutas está en su contenido en agua. Estas van a a convertirse en uno de nuestros mejores aliados este verano para conseguir la necesaria e importantísima hidratación en esta época del año.
¡Curioso! El melón aunque posee menor cantidad de agua que la sandía (por 100g), presenta mayor contenido en proteínas, hidratos de carbono y ácidos grasos monoinsaturados que esta. Es decir, es un alimento con mayor riqueza nutricional que la sandía. Se trata de un alimento que por 100 gramos de peso nos aporta más energía que la sandía, y además nos ayuda en gran medida a combatir el estreñimiento por su mayor contenido en fibra.
Por otro lado, como estamos hablando de frutas, el contenido en vitaminas y minerales es indudable. Propiedades que nos ayudan a mejorar nuestra salud: disminuyen la tensión arterial, protegen de los rayos solares, hidratan nuestro cabello y piel… Pero, ¿quién ganará esta vez, la sandía o el melón?
Observamos que el ganador, de nuevo es el melón. ¡Enhorabuena Melón! Este ha sido un combate muy duro para la sandía.
Pero, ¿y si comparamos la sandía con esos helados que tan frecuentemente tomamos en verano para «refrescarnos»? Creo que no es necesario que realicemos una gran explicación para confirmar la victoria de la sandía en este otro caso. ¡Enhorabuena Sandía!
En los menús del Método Sarai Alonso incluimos estas frutas troceadas junto con jamón serrano, en brochetas con queso fresco, como toppings para un yogur, en ensalada con frutos secos, o congelado como si se tratara de un helado casero… Ideal y fácil para llevar en tupper a la piscina, playa, campo o al trabajo.
Actualizado Julio 2019
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