¡Mañana comemos juntos para celebrarlo!
Es común hacer encuentros familiares o de amigos en torno a una mesa con platos llenos de comida. En Navidad, cumpleaños, una boda… ¿Qué está ocurriendo? Relacionamos las celebraciones con comida, y esto tiene su origen hace miles y miles de años. Cuando la comida era un manjar tras meses duros de caza y trabajo o solo disponible para unas clases sociales.
En el siglo XXI, ¿seguimos dando a la comida el mismo valor que antes? Es curioso porque ahora tenemos más facilidad para conseguir comida y llenar la mesa con ella, y aún así, se lo seguimos dando por igual.
¿Te imaginas celebrar los cumpleaños o el fin de Año con un paseo por el campo o una tarde entera bailando en lugar de con comida? Es muy probable que llevemos un tupper de picoteo para acabar el día o alguna bebida para brindar… si no, ¡lo echaríamos de menos! La alimentación es un acto social y no lo podemos cambiar. Lo que sí podemos hacer es que esa comida que acompaña los encuentros sea lo más saludable posible y nos permita tener «el control» de la situación.
Entonces, ¿qué puedo comer cuando salgo fuera a celebrar?
Lee detenidamente la carta y selecciona aquellos platos que más te gusten. ¿Tienen salsas, están fritos o son dulces? Pídelo, es una recomendación de tu nutricionista. Ahora te preguntarás ¿cómo puede ser? ¿por qué? ¡Siempre me han prohibido esos platos! Antes de seguir te invito a que reflexiones: ¿qué ocurriría si un día estás comiendo fuera con tu pareja, celebrando que vais a ser papás, y de postre hay tarta de queso? Llevas meses sin tomarla y en ese sitio las hacen muy buenas: ¿qué harías?
- Opción 1: Piensas en todo el azúcar y grasa que lleva. No lo pides y optas con desgana por la fruta mientras observas cómo tu pareja se come una porción de tu tarta favorita.Te arrepientes. Llegas a casa pensando en lo rica que debía estar y, para calmar esos pensamientos, te comes un trozo de chocolate junto con unas galletas de mantequilla.
- Opción 2: Paras el tiempo durante unos segundos y piensas ¿qué puedo hacer para disfrutar la tarta sin que me afecte? Finalmente decides compartir postre con tu pareja, tanto la tarta como la fruta. ¡Es casera, qué delicia! Llegas a casa contenta y satisfecha por cómo has gestionado la situación.
En el Método Sarai Alonso trabajamos en conjunto con el paciente para que tenga el control en todas las situaciones y más aún cuando la alimentación se convierte en un acto social.
Queremos que disfrutes de ese momento porque tú has decidido comértelo tras parar unos segundos a pensarlo, y vas a disfrutar de su sabor, el cariño de quien las hizo, la compañía… etc. Es preferible vivir la sensación placentera controlada que te aporta ese alimento «menos saludable» a que te genere ansiedad por no haberlo comido y se convierta en un pensamiento repetitivo.
En el caso de que seas tú quien cocina para una celebración, no queremos que te sientas obligad@ a buscar la receta ideal, sin azúcar, sin grasas… porque la consecuencia será que, al ver el plato como «supersaludable», en lugar de comerte una pieza, te comerás cuatro.
¡Vive y siente tu alimentación de forma consciente!
Actualizado Abril 2020
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