¿Recuerdas los bocadillos que nos preparaban los mayores de la casa para llevar al cole? ¿Dónde están ahora?
En apenas unos años los hemos ido sustituyendo por sándwiches, bollería industrial… No será casualidad entonces que el porcentaje de obesidad infantil siga en aumento.
La merienda es el momento del día en el que los niños deben recuperar energía y ésta debe provenir de alimentos adecuados (fruta, bocatas de atún, tomates cherries, zanahorias crudas…) Pero no sólo la merienda tiene importancia a nivel nutricional en esta población.
Tras hablar con profesores y analizar la alimentación en edades tempranas, llama la atención la cantidad de alimentos blandos que aparecen en la dieta: pan de molde, jamón cocido, pasta, queso en lonchas… ¿Esto qué supone?
1. Un menor desarrollo de la musculatura facial y su salud bucodental: ya que el pan de molde necesita na fuerza de masticación y el uso de los dientes mucho menor que el pan de barra tradicional.
2. La adherencia al diente de los productos blandos es mayor, lo que hace que el pH bucal disminuya: hay una mayor probabilidad de aparición de caries y otras enfermedades (que aumenta si la higiene bucal no es adecuada).
Si nos preocupamos por la educación de los pequeños apuntándoles también a multitud de clases extraescolares… ¡también nos tenemos que preocupar por su correcta alimentación y desarrollo!
SOMOS NOSOTROS los RESPONSABLES de que eso suceda.
En los menús para adultos y niñ@s del Método Sarai Alonso incluimos bocadillos o tostas ya que van a ser mejor opción que galletas (con azúcar) o patatas fritas (con grasas saturadas y trans). Pero, siempre con pan tradicional. Aquellos que estén elaborados con harina integral serán buena opción para obtener los beneficios de la fibra en la actividad intestinal.
Pan tradicional acompañado de atún, con vegetales, hummus, queso, carnes procesadas saludables… son algunos ejemplo de bocadillos. ¿Qué merendamos hoy?
Actualizado Marzo 2020
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